La comida saludable en oficina es algo complicado si no dispones de tiempo ni de un espacio apto para comer. La mayoría de las personas pasan gran parte de su día en el trabajo, lo que hace que sea difícil mantener una dieta saludable.
Las tentaciones de los alimentos poco saludables y la falta de tiempo para preparar comidas adecuadas son solo algunos de los desafíos que enfrentan aquellos que desean mantener una dieta saludable en la oficina.
Afortunadamente, hay una serie de consejos que se pueden seguir para comer saludable en tu puesto de trabajo:
Planifica tus comidas con anticipación
La planificación de comidas con anticipación es una excelente manera de asegurarse de que estés comiendo una dieta saludable en la oficina. En lugar de improvisar en la hora del almuerzo, dedica un poco de tiempo los fines de semana para planificar tus comidas para la semana.
Al hacer esto, podrás asegurarte de que estás comiendo una dieta equilibrada y nutritiva, y evitarás caer en la tentación de comprar comida rápida poco saludable. Si no eres muy creativo, siempre puedes consultar ideas de recetas para comer en tu puesto de trabajo.
Prepara tu comida de la semana
Siempre es mejor llevar tu propia comida al trabajo en lugar de depender de la comida rápida o los restaurantes cercanos. Guarda tus comidas en un envase porta alimentos o en recipientes de vidrio.
Puedes preparar ensaladas, sopas, sándwiches y otros alimentos saludables y transportarlos fácilmente a la oficina. Preparar tus alimentos con antelación te permitirá evitar comida rápida para ahorrar tiempo.
Mantén una selección de bocadillos saludables en tu escritorio
Es posible que tengas hambre en el trabajo y que no tengas tiempo para salir a buscar un almuerzo saludable. En lugar de recurrir a la máquina expendedora, asegúrate de tener una selección de bocadillos saludables en tu escritorio.
Si no tienes acceso a un fruit corner, las frutas frescas, frutos secos, palitos de zanahoria y pepinos son excelentes opciones de bocadillos saludables que puedes mantener a mano.
Además, también puedes tener yogur, barritas de cereales y otras opciones saludables en el refrigerador de la oficina.
Evita el azúcar y los carbohidratos refinados
El azúcar y los carbohidratos refinados pueden aumentar los niveles de azúcar en la sangre y provocar un aumento de peso. Por lo tanto, es importante evitar los alimentos procesados y ricos en azúcar en la oficina. En su lugar, opta por alimentos ricos en fibra y proteínas, como frutas frescas, verduras, carnes magras y pescado.
Bebe suficiente agua
Beber suficiente agua es crucial para mantener una buena salud. Además, el agua puede ayudar a reducir el apetito y a mantenerte hidratado durante todo el día. Si tienes dificultades para beber suficiente agua en el trabajo, considera llevar una botella de agua contigo y ponla en tu escritorio como un recordatorio para beber agua regularmente.
Haz una pausa para tus comidas
Es fácil caer en la tentación de comer en el escritorio, pero es importante hacer una pausa para las comidas y desconectar durante unos minutos. Esto puede ayudarte a reducir el estrés y a recargar tus baterías.
Además, si comes en el comedor de empresa o en un espacio al aire libre, estarás menos tentado a mantenerte en su lugar de trabajo.
En resumen, no es complicado tener una comida saludable en oficina siempre y cuando destines un poco de tiempo en anticiparte. Si eres responsable de una empresa, facilita a tus trabajadores todo lo necesario para que puedan llevar una alimentación sana en oficina como guías nutricionales, catering saludable, etc.
Recuerda que una alimentación adecuada puede influir en la productividad de tus empleados y hacer que sean más felices cada vez que llegan a su puesto de trabajo.