¿Está relacionado el exceso de colesterol con el exceso de peso?
En la actualidad, enfermedades crónicas como la diabetes, hipertensión, cáncer, enfermedad cardiovascular u obesidad aumentan rápidamente en todo el mundo.
Según datos de la OMS en 2014 más de 1900 millones de adultos padecían sobrepeso y 500 millones obesidad. Se calcula que para 2020 uno de cada tres adultos será obeso.
Si recientemente te han hecho una analítica y han determinado que tienes el colesterol elevado (+200 mg/dl), o bien, tienes sobrepeso y te preocupa que esto sea así, aclaremos algunas cuestiones:
1. ¿Qué se entiende por exceso de peso?
Obesidad y sobrepeso son una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud, en la que intervienen factores ambientales (dieta, ejercicio físico) y genéticos.
Es una consecuencia del desequilibrio energético entre las calorías que consumes y las que gastas, ya sea por una ingesta elevada de alimentos hipercalóriocos ricos en grasas o azúcares, por un escaso gasto energético debido a un estilo de vida sedentario, o por ambas.
2. Puede convertirse en un círculo vicioso
El exceso de peso puede dificultar la actividad física diaria, fomentando el sedentarismo que, a su vez, favorece la hipercolesterolemia. Si se agrava la situación, podemos llegar a la obesidad, padecer trastornos respiratorios y del sueño que ocasionan bajo rendimiento escolar y laboral, baja autoestima, aislamiento social, discriminación y pérdida de calidad de vida.
La obesidad se acompaña de una serie de alteraciones metabólicas incluido el metabolismo de los lípidos, especialmente cuando la distribución de la grasa se localiza en la zona abdominal, lo que se conoce como obesidad central, androide o tipo manzana.
Este patrón de distribución de la grasa corporal se asocia a un mayor nivel de grasa visceral, niveles elevados de colesterol LDL y disminuidos de HDL, y mayor riesgo en el desarrollo de enfermedades metabólicas crónicas. A su vez, la pérdida de peso implica una bajada de LDL e incremento de los niveles de HDL por lo que podría estar recomendada.
3. ¿Qué consecuencias tiene?
El sobrepeso, paso previo a la obesidad, es un factor de riesgo de desarrollar síndrome X o síndrome metabólico el cual, es un estado en el que se dan al mismo tiempo resistencia a la insulina, hipertensión arterial que, a su vez, se asocian a hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia.
4. ¿Cómo se comporta el colesterol?
El colesterol es una sustancia cerosa y parecida a la grasa que se encuentra en todas las células del organismo. Éste se necesita para producir hormonas, vitamina D y otras sustancias que ayudan a digerir los alimentos. Sin embargo, el colesterol LDL en exceso puede generar consecuencias.
En la hipercolesterolemia el colesterol LDL está presente la sangre en más cantidad de la necesaria, éste puede acumularse en nuestras arterias estrechando el flujo sanguíneo y con el tiempo, ocasionar un trombo, por lo que se considera un factor de riesgo vascular. En cambio, niveles elevados de HDL ejercen un papel protector.
5. ¿Debo eliminar las grasas de mi dieta?
No debes eliminarlas, sino saber elegirlas y consumirlas con moderación. El exceso de grasa no es saludable, pero es el tipo de grasas que consumes lo que realmente debe preocuparte. Las grasas son necesarias pero no todas son iguales ni se comportan de la misma manera en tu organismo y esto depende del grado de saturación.
Son las dietas elevadas en grasas saturadas y trans las que se relacionan con niveles plasmáticos más altos de LDL; y no tanto los alimentos que contienen grasa per sé como el huevo.
La clave está en el equilibrio y calidad lipídica de los alimentos que escoges.
6. Es cuestión de calidad
El fisiólogo norteamericano Angel Keis, dedicado a la investigación de los efectos de la dieta sobre la enfermedad cardiovascular, llevó a cabo el “Estudio de los siete países“ en el que observó cómo los países con un patrón de dieta mediterráneo como Grecia, o la dieta en Japón, dietas con un alto consumo de grasas insaturadas provenientes del aceite de oliva y pescado, además de abundantes frutas, verduras y granos integrales, presentaban menor mortalidad por enfermedad coronaria que en países con un mayor consumo de grasa saturada como en los Estados Unidos o Finlandia.
En este estudio se puso de manifiesto la relación entre el consumo de grasa saturada y mayores niveles de colesterol sérico y como, por el contrario, a misma cantidad de grasa en la dieta, la presencia de un mayor porcentaje de ácidos grasos insaturados v disminuye el riesgo de padecer obstrucción en las arterias coronarias.
7. ¿Qué alimentos contienen grasas perjudiciales?
Las grasas saturadas están presentes en productos de origen animal como las carnes, embutidos, leche y sus derivados (mantequilla, quesos, nata) y en aceites vegetales de coco y palma que consumimos ”camuflados” en productos precocinados y bollería industrial. Aun así, hay que diferenciar distintos tipos de grasa saturada (diferentes ácidos grasos saturados), ya que no todos se comportan de la misma forma en nuestro organismo.
Sin duda, la repercusión más negativa sobre tus niveles de colesterol es la que ocasiona el consumo de grasas trans, ya que se ha observado que aumenta los niveles de LDL, al mismo tiempo que disminuyen los de HDL.
Podemos encontrar grasas trans de forma natural en pequeñas cantidades en productos derivados de rumiantes como son la carne de vacuno, leche y sus derivados; pero la principal fuente de estos ácidos grasos son los productos industriales que contienen grasas hidrogenadas o parcialmente hidrogenadas (bollería industrial, galletas, dulces…).
Éstas, son grasas vegetales líquidas (aceites) a temperatura ambiente que han sido saturadas con hidrógeno para hacerlas más estables a los procesos industriales y de cocinado como el horneado y la fritura. Esta modificación de la estructura química resulta perjudicial en nuestro organismo.
8. ¿Qué alimentos contienen grasas beneficiosas?
Son fuentes de ácidos grasos poliinsaturados, los pescados ricos en ácidos grasos omega-3, frutos secos y aceites vegetales de soja, maíz o girasol y ácidos grasos monoinsaturados en el aceite de oliva o aguacate.
Como conclusión, no en todos los casos el exceso de peso está 100% relacionado con los problemas de colesterol. No obstante, es importante tener en cuenta su alta influencia y llevar una alimentación saludable.
Es muy frecuente encontrarnos absorbidos por la rutina o por el trabajo, por ello es indispensable alimentarse bien en la oficina o puesto de trabajo para evitar una dieta baja en vitaminas y minerales.