Características de los probióticos
Los probióticos son bacterias beneficiosas que se encuentran en el intestino. Ayudan a mantener un sistema digestivo saludable y limitan el crecimiento de bacterias nocivas.
Un sistema digestivo sano tiene el equilibrio correcto de bacterias, si se altera ese equilibrio puede afectar la salud.
Los probióticos pueden:
- Prevenir patologías gastrointestinales como la diarrea infecciosa, la diarrea por uso de antibióticos, el síndrome del intestino irritable y la enfermedad inflamatoria intestinal.
- Prevenir y reducir la gravedad de los resfriados o la gripe.
- Hay muchos tipos diferentes de probióticos. La mayoría son de la variedad Lactobacillus y Bifidobacterium, que se suelen encontrar en yogures.
- Tratar algunas infecciones por hongos, como la candidiasis.
- Prevenir algunas manifestaciones alérgicas (rinitis, eczema atópico).
- Tratar y prevenir los cólicos en el lactante.
¿Cómo actúan los probióticos?
- Contribuyen a restaurar la microbiota, es decir los microorganismos que viven habitualmente en el intestino.
- Compiten con microorganismos patógenos en el intestino, inhibiendo toxinas bacterianas y evitando infecciones.
- Producen sustancias antimicrobianas contra otros organismos no deseados.
- Estimulan el sistema inmune.
- Pueden actuar en diversos órganos, por ejemplo en el sistema respiratorio, digestivo, urinario, etc.
Son muy similares a las bacterias beneficiosas que ya viven en el intestino.
Se encuentran en forma natural en los alimentos como el yogur y la leche de soja. También se pueden encontrar añadidos a algunos alimentos y bebidas.
Existen suplementos nutricionales con probióticos y al igual que en los alimentos, son cepas que tienen funciones específicas y se recomienda su consumo de preferencia con indicación médica.